Los vecinos de diversos barrios tradicionales de Santiago, Valparaíso y otras ciudades y pueblos de Chile están organizándose, levantando sus voces, defendiendo sus derechos,
demandando el apoyo de las autoridades frente a sus problemas. No se trata ya del discurso de la inseguridad ciudadana que llevó a muchos a enrejarse en sus casas, a cerrar calles y pasajes. Sin banalizar este último problema, cuya sensibilidad aumenta en la ciudadanía, el peligro que denuncian en forma creciente los habitantes de los barrios es mucho más
profundo, ya que se refiere a la destrucción de su hábitat y a la desaparición de formas de vida que por años identificaron a cada rincón de la urbe y a las comunidades que albergaba…